Ha pasado casi 3 años a partir de que entré a la universidad, pero en si, ya han sido 3 años que tomé la decisión de entrar a estudiar por fin mi carrera que tanto amo; después de un intento fallido de pretender ser un TSU (Técnico Superior Universitario en Comercialización) en la UTN, pensando en dejar mi sueño por algo que podría "generarme una mejor carrera y un trabajo mejor remunerado".
Dejar sueños y propósitos propios por el simple hecho de ser una "persona normal"; hay que ser honestos: "Nunca he sido, ni seré una persona normal" simplemente porque NO QUIERO, me ha gustado desde hace 14 años hacer lo que quiero, con miras muy distintas quizá a la de muchos, donde he tenido que sacrificar muchas cosas, donde he vivido al máximo, he amado al máximo, donde he llorado al máximo.
A lo largo de estos 3 años han pasado muchisimas cosas; he conocido a grandes amigas y amigos (Perdón por no poner todos los nombres pero son muchos y sin agravar a los que ya tengo de años). Se han ido fantasmas, pero desgraciadamente llegaron otros que afortunadamente alejé mucho antes que lograran quedarse, he visto crecer a mucha gente, como igual he visto dejarse caer otras, he visto amigos volverse "enemigos" (algo indiferente para mi) a muchos amigos quienes así los consideraba en personas quienes me dieron la espalda, a personas quienes nunca me imaginaba que fueran parte de mi vida, ahora lo son, volví a ver a grandes amigos de hace más de una década, he visto formarse familias, ver niños nacer, he visto morir a amigos, conocidos y muchos otros sin conocerlos (¡vaya mundo!).
He visto sueños truncarse, otros desaparecer, otros estar en una cierta agonia, he logrado otros, materializado visiones que tenía, descubrir una nueva parte de mí que tenía oculta por temor de mostrarla, cada vez me he vuelto más sensible con mi gente, pero un cuanto más frío para el mundo.
Estos 3 años si tuviera que darles algún adjetivo le llamaría: "Evolución", grandes cambios han surgido y seguirán viniendo.
Quemé los restos que hubieron en algún momento una gran carga, hoy en día, no tengo ya nada que cargar, salvo nuevas esperanzas, nuevos sueños, es un momento de seguir con mis expectativas.
Es cierto, ha llegado la nostalgia del fin de la universidad, el fin de un ciclo que me llevo muchas gratas experiencias, y agradezco a aquella persona quien me motivó a entrar a estudiar la carrera, y agradezco a la otra persona quien hace años me dijo: "Deberías de estudiar comunicación", agradezco a las personas quienes no confiaron en mí, en quienes siempre han hablado mal de mi, a las personas quienes siempre me han apoyado, pero sobre todo... sobre todo seguiré luchando, porque todavía tengo mucho que hacer y decir, porque por cada vez que se piense que estoy acabado, me levantaré con más fuerza, porque siempre daré de qué hablar.
J. Antonio Sánchez "Yota"
