El despertar nocturno interrumpe mi melancolía,
la trágica ironía ataca nuevamente
cuando mis sentidos se atrofian.
El sonido turbulante del silencio ancla
sobre las olas de la expectativa.
La música revolotea en mi mente
atormentandome cual marino atacado por
la sutileza de cada nota producida por su boca.
Sus ojos no me miran, me observa como si fuera la siguiente presa,
Su aroma atrofia la imaginación
que solo me lleva al mismo lugar.
Después de mucho tiempo, cuando se piensa que las heridas han cicatrizado, me percato de que la costra que cubren esas marcas de batallas, poco a poco van cayendo, todas ellas siempre dejan rastro de lo ocurrido.
Heridas que casi todas ellas estan cerradas, algunas aunque se muestren aparentemente cerradas, por dentro siguen abiertas, esperando el momento en que terminen de cerrar por lo profundo y doloroso que ha sido, lo complicado de poder dejar que esta cierre.
Ya solo un pasado pesa... Pero ha sido el mas pesado a lo largo del tiempo, aún cuando quien produjo la herida, ya ha rescrito su historia; ¿Por qué será que seguiré esperando lo imposible? O ¿Qué será lo que esté esperando?
¿Cómo es posible que ya no pueda sentir como solía hacerlo, con esa pasión, una entrega plena y vivir con una sonrisa?
Esa pregunta... Solo el tiempo lo dirá....
