viernes, 9 de mayo de 2008

Carta a lo lejos 2/3





Hoy mi día ha sido largo, tan largo que es un milagro que despertara tan de madrugada, comencé a leer mi compañero de media noche, y lo acompañaba con mi libreta, entre las 6 y las 7 de la mañana por fin llegó morfeo y pude dormir almenos un par de horas, me levanté y todo el día se me ha hecho eterno, el ir y venir dentro de la pequeña urbe, hace que ya ahorita necesite descanzar, de poder reposar un rato y comenzar a escribir como en estos momentos lo hago, pensé que iba a llegar a encontrarme con un mensaje, con un hola, con una bella sonrisa, pero no he podido verla, lo único que he podido ver, es la fotografía impresa que está dentro de mi libro, de aquella donde estabamos junto al mar, donde he tratado de sentir la misma briza en esta parte del país, pero que no se compara jamás la del mar, a la que está aquí.

Camino y camino, siento de plomo el sol, ese sol que me llama quemandome la carne, deseandome sentirme a su lado, pero únicamente me llama, no puedo estar en este momento a su lado, estoy agonizando por el hecho de estar sintiendo sus rayos, faltan tan solo algunos días para poder eclipsar, sentir el canto sudamericano entre nuestros oidos, entre nuestros corazones y sellar ese momento en un beso, en eso que nos ha caracterizado para sellar nuestro amor.

Son las 9:16 tiempo de Verano, caray, tener que utilizar 2 horarios y no acordar realmente cuál es cual, el siempre estar al tanto de un horario y disposición de la burocracia, tenía que esperar hasta el martes, pero afortunadamente por fin podré partir de regreso a mi hogar, poder estar ya preparando todo para el arribo de mi sol, poder sentir su sonrisa, su mirada, su escencia.

Pronto, más pronto de lo que pensé, comenzará la nueva era, la era del eclipse, donde ironicamente los roles cambiarán, dejaré de ser un sol por un momento, y seré una luna, donde mi luna será el sol, y con ello, estaremos en ese balance necesario constantemente para alcanzar la metempsicosis; donde no habrá nada ni nadie que pueda evitarlo, donde elevaremos las columnas a todo lo alto, y el altar, el altar seremos tu y yo.

TE AMO, es lo único que puedo decir...

P.D. Sé que aún no son las 12 y costará trabajo, pero aún así, muchas felicidades, por ser una gran madre, y por el futuro que nos espera, si es niña, como lo dijimos, Joey. Sé que así sera.

Felicidades Mami.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Muchas gracias!

La palabra que encierra tanto ¡GRACIAS!